El otro día, mi hijo Dani me preguntó, tras darme un “te quiero”, y yo responderle con otro, si me había quedado sin el que me dio él.
Así que aproveché para explicarle lo que he llamado los tres niveles del mundo:
En primer lugar, está el nivel de los objetos, de las cosas. Si él me da una manzana, se queda sin manzana. Y esto es maravilloso, porque puede conseguir que yo deje de tener hambre. Las cosas son maravillosas.
En segundo lugar, está el nivel de las ideas. Si él me cuenta una idea… ¡pasamos a tener la idea los dos, de forma milagrosa! Las ideas son más maravillosas aún.
En tercer lugar, está el nivel del amor, que alcanza ya las más altas cotas de milagro y maravilla. Si él me da amor… ¡pasamos los dos a tener más amor del que teníamos! Y esto sí que es un milagro descomunal, ¿no os parece?
Recuerdo haber leído/escuchado la comparativa cosas-ideas en algún foro de emprendedores.
me ha encantado! 😉
Muchas gracias, Sarai :*
Una preciosa forma de explicarle las cosas a un niño 🙂
Muchas gracias 🙂
Carlos, eres un crack. Tengo ganas de volver a verte. A ver si este año puede ser…
Buen deseo para este nuevo año 🙂
¡¡Q bueno!!
Me lo anoto, mi hijo pequeño dice que no le quiero cuando dejo de hacerle cosquillas después de haber estado haciéndoselas media hora… a partir de ahora le explicaré estos conceptos… no sé si funcionará, pero por intentarlo.
Muy buena la idea, de verdad.
Gracias.
Seguro que funciona! Gracias a ti 🙂
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Que creativo! Estoy deseando poder razonar de esa manera con mi hija. Hasta entonces me lo guardo.
Gracias por compartirlo
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