Quienes no somos de la zona lo hemos conocido siempre como Naranjo de Bulnes, pero lo cierto es que este nombre es, parece, reciente (la primera referencia escrita es de 1855). Nos encontramos quizá ante la más emblemática cumbre de la Cordillera Cantábrica. No es, con sus 2.519 metros la más alta de la cordillera; ese marca la ostenta Torrecerredo, con 2.650 metros.
Es particularmente complicada su ascensión, casi vertical, por la cara oeste: 550 metros de pared. La primera ascensión por esta difícil cara se realizó en 1962, por los alpinistas Alberto Rabadá y Ernesto Navarro.
Quiero terminar destacando que en la cumbre, una talla de la Virgen de las Nieves espera a quienes logran llegar. Esa imagen se ha cambiado varias veces, puesto que ha sido robada o vandalizada. Os cuento dos anécdotas relacionadas con este tema: en una ocasión, un montañero la despeñó; cuando comenzaron a suceder accidentes en los siguientes intentos de ascenso, decidió recuperarla él mismo: milagrosamente estaba intacta, pese a una caída de 200 metros. En otra ocasión, quien la robó lo hizo para llevarla al hospital en donde estaba su novia; él mismo la devolvió al lugar que le corresponde.