La polémica surgió en cuanto se dio a conocer el cartel: un cristo semidesnudo -pero no más desnudo que cualquier otro- ha provocado un aluvión de escandalizadas críticas.
Y aunque esto entra más dentro del terreno de la psicología que del arte, me gustaría saber qué ha provocado esa reacción. Personalmente, creo que el grado de realismo y de actualidad: estamos ante una persona de 2024 haciéndose pasar por Jesús. Claro que no conocemos los modelos que en su momento usaron los Gregorio Fernández, Juan de Juni, Greco o Velázquez.