Hace unos días tuve la suerte de disfrutar en familia de la preciosa ciudad de Zamora; tras acomodarnos, me fui a buscar un lugar donde aparcar el coche. Y me encontré con esta maravilla: la preciosa iglesia románica de Santa María la Nueva, íntimamente ligada al llamado Motín de la Trucha, al que dedicaré otro post pronto.
Abunda Zamora en románico, pero no deja de sorprender poder descubrir estas joyas en cualquier rincón de la ciudad bien cercada.