Forma este post de una pequeña serie de dos en los que comentaré algunas ideas y reflexiones sobre las comidas de los niños en los viajes. No soy nutricionista ni tengo formación en nutrición, así que tomad estas sugerencias como posibles ideas que podáis adaptar a vuestros niños, con la ayuda profesional -si procede- que corresponda.
En este primer post hablaré de qué se puede comer durante los trayectos, incluso en el propio vehículo. Eso sí, como siempre que hablamos de niños y alimentación, procurad involucrar a los niños en la elección y en la preparación de los alimentos. Todo son ventajas: comerán mejor, sabrán qué están comiendo, aprenderán a preparar sus propios alimentos.
- Snacks de frutas y verduras: porciones individuales de frutas frescas como manzanas, uvas, fresas, plátano, zanahorias baby, pepinos… a gusto del consumidor.
- Frutos secos y semillas: mezclas de frutos secos como almendras, nueces y pistachos, junto con semillas como las de calabaza o girasol. Nutrientes y energía.
- Mini sándwiches y wraps: mini sándwiches o wraps con pan integral y rellenos con ingredientes saludables como pavo, jamón, queso, espinacas o tomates.
- Hummus y crudités: hummus junto con palitos de apio, zanahoria y pimientos para sumergir. Proteínas y fibra.
- Yogur y frutas: yogur natural bajo en grasa con frutas frescas o trozos de frutas secas. Desde hace unos meses tenemos una maravillosa yogurtera (gracias, mamá, Marimar y familia) que usamos y disfrutamos.
- Quesos: porciones individuales de quesos al gusto. Proteínas y calcio.
- Barritas de cereales y frutas: barritas con ingredientes naturales y nutritivos, como avena, frutos secos y frutas deshidratadas. Controlemos la cantidad de azúcar.
- Huevo duro: fáciles de llevar, ricos en proteínas; mejor llevarlos pelados para mayor comodidad.
- Galletas integrales o crackers de granos enteros: pueden acompañarse con quesos o hummus.
- Bebidas saludables: agua, agua, agua. También zumos o batidos naturales. Procuremos ir bien hidratados. Si usamos una botella reutilizable podemos optar por una que les guste; aún así, ahorraremos gracias a reutilizar.
- Vegetales envasados al vacío: zanahorias o judías verdes envasadas al vacío que no requieren nevera y son fáciles.
Y tengamos siempre en mente que los viajes son una oportunidad maravillosa de pasar tiempo en familia, descubrir juntos lugares, paisajes, gastronomías y monumentos. Y de forjar recuerdos que permanecerán por siempre en la memoria de nuestros hijos.
Pingback: Las comidas de los niños en los viajes (y II) - el cartapacio de gollumel cartapacio de gollum