Hoy he visto de una chica que tenía que abandonar un avión por -según decían- llevar su perro sin bozal. Desconozco si ers el motivo, desconozco también si esa regla existe. Pero quiero poner el acento en lo poco que cuesta conocer las reglas de medios de transporte, de hoteles, incluso de países… y lo mucho que puede entorpecernos o amargarnos un viaje no conocerlas.
Y quien dice reglas, dice costumbres.