En las muchísimas notas manuscritas del genio que por suerte se conservan nos encontramos una ventana hacia sus preocupaciones y prioridades.
Junto con cálculos, diagramas y bocetos nos encontramos con sus listas de cosas por hacer. A ver qué os parece:
- Calcular la extensión de Milán y afueras.
- Adquirir el suficiente conocimiento aritmético para calcular la cuadratura de un triángulo.
- Consultar cómo se construyó la torre de Ferrara.
- Visitar los sábados los baños públicos para observar hombres desnudos.
- Aprender a calcular las dimensiones del sol.
- Estudiar cómo es la lengua de un pájaro carpintero.
- Inflar los pulmones de un cerdo y comprobar si aumentan en longitud y anchura o solamente en anchura.
Me admira esa diversidad y esas ganas de aprender de todo. Creo que ahí, exactamente ahí, en esa curiosidad absolutamente insaciable está su principal virtud. Y creo que sería fabuloso que la copiáramos.