Hoy os comparto una de las serranillas de Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana; uno de esos poemas con los que ensalzaba a las mozas serranas con las que se topaba en sus paseos y cabalgadas por las sierras.
De Lozoya a Navafría, acerca de un colmenar, topé serrana que amar tod'hombre codicia habría. A la cual desque llegué, pregunté si era casada. Respondió: «No, en buena fe, nin tampoco desposada; que aun hoy en este día mi padre lo va fablar, aquí cerca a un lugar, con fijo de Joán García».