Es una isla -pequeña- con una forma inconfundible, y durante la segunda mitad del siglo XX (y parte del XXI) tuvo vetado su acceso, por usos militares.
En el año 2002 se desmilitarizó, pero durante los años siguientes no se permitía aproximarse a menos de 200 metros de la isla (no estaba permitido, por tanto, el desembarco). Desde hace poco (verano de 2022) ya se permite visitar la isla.
En ella se encuentra un poblado castreño, restos de un monasterio (se mantiene en pie la iglesia; el resto del monasterio fue destruido por Francis Drake y por el tiempo), y también se puede ver lo que queda de una leprosería (era habitual que las leproserías estuvieran en lugares apartados, lógicamente; así que por esta zona se usaban islas para estos fines).