Dentro del bellísimo edificio de la estación bilbaína de Abando destaca esta vidriera, diseñada por el paisajista Montes Iturrioz, y realizada por Jesús Arrecubieta.
En ella se representa, además del reloj y escudo de España centrales, algunos lugares emblemáticos de la zona, como la basílica de Begoña o el puente de San Antón.
Se representan también oficios y deportes habituales de la región: las traineras, los pelotaris, la siderurgia y la pesca tienen su lugar en esta gigantesca vidriera conformada por más de 300 piezas (301, en concreto) y con unas medidas 20 metros de ancho por 15 de alto.