Tongo, decimos. Tongo. Qué pena me da que siempre busquemos la causa de nuestras derrotas en factores de ese estilo. Lo he vivido como aficionado del Celta (nos tienen manía, el árbitro nos perjudica siempre, no “quieren” que estemos arriba, “molestamos”). Lo vivimos ahora porque un jurado ha decidido que una actuación (no sé si se juzga la canción o la actuación) gallega merezca ocupar el quinto puesto de seis participantes.
Es, sí, una actitud muy nuestra, no sé si causada por complejos de siglos o por ausencia total de autocrítica. Pero lo cierto es que esa actitud nos impide aprender de las derrotas, porque la culpa es de otros, y nos impide también disfrutar de las victorias, convirtiéndolas en rabia o en venganza disfrazada de justicia.
Imagino que sería mil veces más fácil falsear los resultados de llamadas o encuestas. Y, por cierto, no me gustó ese gesto de Sobral (está hecho un hombre, dicho sea de paso) decantándose claramente por un participante (no sé si lo hicieron otros, porque no vi todo el programa: de ser así, lo retiro).
Ánimo, muchísima suerte en esa final del sábado.