No sucedió en el país con mayor tradición futbolística del mundo. Nos encontramos en Namibia, en los dieciseisavos de final de la Copa, en un partido entre el KK Palace, de Segunda División, y el gran FC Civics Windhoek, plagado de internacionales. 2-2 tras la prórroga, y hay que ir a los penalties.
Cuarenta y ocho (48) penalties fueron necesarios para sellar el pase del modesto KK Palace a la siguiente ronda: 17-16. No se nos escapa que hubo jugadores que tuvieron que lanzar hasta tres penalties en la ronda (24 por equipo, y si había 11 en el campo, que son los únicos que pueden tirar, echen ustedes cuentas).