Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tanto aprieto; catorce versos dicen que es soneto: burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando y parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando. Ya estoy en el segundo, y aún sospecho que voy los trece versos acabando; contad si son catorce, y está hecho.
Este conocidísimo poema del fénix de los ingenios es una muestra -para mí, asombrosa- de un dominio total sobre el lenguaje y sobre la poesía: escribe un soneto en el que se describe cómo es un soneto. Disfrutémoslo mucho.