Estamos en marzo de 1973, en la ciudad soviética de Odessa. Juega el Real Madrid el partido número cien de su competición: la Copa de Europa. En el partido de ida habían ganado 3-0 los blancos al Dinamo de Kiev. En la vuelta (con equipamiento rojo), a varios grados bajo cero, se enfrentaron ambos equipos en Odessa.
Nos cuentan las crónicas que el dominio fue absoluto de los soviéticos. Pero en la portería del Madrid se encontraba un chaval de veintidós años que lo paró absolutamente todo: Mariano García Remón (el otro gran portero de Madrid que triunfó en el Madrid fue nuestro querido Iker Casillas, y paremos de contar). El gato de Odessa fue el apodo que le regaló el periodista Julio César Iglesias (quien también bautizó a la increíble Quinta del Buitre).