Hoy voy a comentar una sencilla costumbre que a mí me ha ayudado en mis estudios y que creo que puede ayudar a cualquiera: se trata, simplemente, de revisar la materia que se va a impartir antes de que el profesor la explique. Esto nos dotará de un conocimiento previo y, sobre todo, del esfuerzo mental de aproximarnos a la información. Nos coloca, en definitiva, en mejor situación.
Las ventajas son múltiples: cuando el profesor explica el tema ya no es desconocido, lo cual nos permitirá seguir el desarrollo y atender con más comodidad; por otra parte, podremos hacer preguntas más razonables y mejores, que nos van a permitir profundizar en la materia de un modo que no habríamos hecho; finalmente, tener una visión global del tema que el profesor está desarrollando nos permite ubicar en el lugar correspondiente la información que recibimos (sabremos si es simplemente un preámbulo, si es la parte principal o si son las conclusiones, por ejemplo).
Espero que, como a mí me ha servido, te sirva a ti también. Feliz aprendizaje.