Los que tenemos la suerte de ser del (y de querer al) Celta nos referimos al equipo, en ocasiones, con ese diminutivo tan afectuoso y tan gallego (-iña). Hablamos del partido del Celtiña, de las jugadas del Celtiña o de que el Celtiña sigue un año más en la máxima categoría.
Sin embargo -y esto solamente lo he oído o leído a periodistas foráneos- es habitual que se intente utilizar Celtiña como adjetivo: el equipo celtiña o la victoria celtiña, por ejemplo. Lo correcto sería, por ejemplo: el equipo céltico o la victoria céltica.