Hoy os traigo una propuesta que creo que es muy útil por diversos motivos: hacer el menú semanal en familia. Por ejemplo, el domingo, dedicar un momento a planificar el menú de toda la semana entre todos.
Las ventajas son múltiples:
- Deja de ser responsabilidad de la mamá (suele ser ella la que se ocupa) decidir qué se come y qué hay que comprar.
- El menú acaba siendo más equilibrado, ya que vemos muy rápidamente si hay suficientes días de pescado, de carne, y de esos cereales y legumbres que deben ser la base de la dieta.
- El menú cubre mejor los gustos de todos, y se pueden ubicar con menos agobios esas comidas que llevan más trabajo, o que son más apetecibles.
- Pasamos un rato agradable en familia.
- Ya no hay que romperse la cabeza con el “qué hacemos mañana”