Es la primera novela que leo de Teo Palacios; llegué a ella (o llegó ella a mí) de mano de Vane y Carlos (¡mil gracias!)
La historia se nos va narrando de la mano de Juan Lobo que, tras la batalla contra Inglaterra, arriba a las costas españolas con su señor Gaspar de Zúñiga. Tras informar al rey Prudente y volver a su casa en Galicia, se le asigna una nueva misión, que será la misión que hará que Lobo, junto con dos inquisidores, se conviertan en detectives que solucionen los crímenes que se están dando en Casarrubios del monte, un pueblo de la provincia de Toledo.
Gracias a las descripciones de Palacios recorremos casas, calles, rincones y almas de ese pequeño pueblo, debatiéndonos entre el racionalismo de uno de los inquisidores y la superstición del otro.
Si os gusta la novela histórica y detectivesca, y esa época de la historia (época de Felipe II), os recomiendo esta lectura.