Viajamos hoy a la localidad natal de Luis Cobos y de Sara Montiel. Pero no hablaremos hoy de estos grandes artistas, sino de los gigantes que viven en el otero que gobierna el pueblo. Gigantes que se pueden ver desde la distancia, y que agitan sus enormes brazos, movidos por el viento.
Los molinos, claro. Un conjunto de diez molinos lucen orgullosos; de ellos, tres son del siglo XVI. Imposible no evocar al Quijote y a su aventura de los molinos.