Visitamos hoy un lugar en el que se puede respirar la historia. Esta villa está situada en lo alto de una colina (en los últimos decenios se ha extendido también a los pies de la misma, pero la parte histórica y de la que nos ocuparemos hoy está en la colina).
El monumento más conocido de Medinaceli es, por supuesto, su arco romano, del que ya hemos hablado en este blog. Pero esta ciudad de frontera tiene mucho más que ofrecernos:
- Castillo: la antigua alcazaba árabe, a donde se cree que vino a morir Almanzor, tras su derrota en Calatañazor.
- Plaza Mayor: ubicada en donde estaba el antiguo foro romano, en ella destacan la alhóndiga y el renacentista Palacio Ducal, hoy museo.
- Convento de Santa Isabel: este convento del siglo XVI permanece activo.
- Beaterio: hoy en ruinas, fue posiblemente sinagoga.
Aunque hemos destacado esos monumentos, es realmente todo el conjunto histórico de la villa el que la hace única y la dota de belleza. Un paseo por sus estrechas calles, especialmente preparadas para el frío soriano, es una de las mejores formas de viajar en el tiempo.