El Facebook de Pilar Curro está siempre lleno de cosas bonitas (no podía ser de otro modo, ya que tanto ella como su familia están llenos de belleza). He encontrado allí esta joya, escrita, al parecer, durante la epidemia de peste de 1800. He buscado más información y es un poema reciente, escrito por Kitty O’Meara y publicado en su blog en marzo de 2020. He vuelto a buscar más información y… parece que es un poema de Alexis Valdés, también de marzo de 2020. (Y no, tampoco es de Benedetti, como se ha dicho también). Centrémenos en el poema y en su bello mensaje, más que en el autor, ya que parece tan difícil aclararlo:
Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia,
seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
que lo jamás conseguido.
Seremos más generosos
y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos.
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro.
Y todo será un legado.
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos vuelvas mejores,
como nos habías soñado.