El comienzo de este post no es nada nuevo, para nuestra desgracia. Todos hemos oído hablar de la Generación del 27, ese periodo cumbre (junto con otros muchos) de nuestra literatura: Pedro Salinas, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, León Felipe, Miguel Hernández. Un ejército de gigantes de la pluma. Y lo que no es nada nuevo es que no nos choque nada en ese listado. No veis nada raro, ¿verdad?
Yo tampoco.
Tampoco… hasta que descubrí este maravilloso trabajo de Sheila Blanco: Cantando a las poetas del 27. Y te invito a que te acerques a esa poesía. Quizá lo harás con el mismo prejuicio con el que te asomas a un partido de fútbol femenino. E imagino que con el mismo prejuicio con el que nuestros padres o abuelos acudían a una consulta en donde, en lugar de el doctor estaba la doctora. Pero acércate, no te vas a arrepentir. Mira qué belleza tan absoluta:
Quiero besarte la risa
Josefina Romo Arregui
y sus notas cristalinas;
colgándome de los labios
parecerán campanillas;
quiero besarte la luz
que brota de tus pupilas.
Y un pequeño bonus, un pequeño experimento que debería hacernos reflexionar. Si a la hora de citar a poetas del 27 nos citaran solamente a Carmen Conde, Ernestina de Champourcin, Concha Méndez, Elisabeth Mulder, Pilar de Valderrama, Margarita Ferreras, Josefina Romo Arregui, Dolores Catarinéu… sí que nos chocaría algo en el listado, ¿verdad? Queridos amigos, cuánto vamos a ganar cuando consigamos la igualdad de verdad.
- Sheila Blanco “Cantando a las poetas del 27” – Las Matinée del Ateneo (en andreaspritt.com)
El 25 de noviembre de 2020, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer), Sheila Blanco nos ofreció un concierto online con estos poemas a los que puso música (o, como diría Amancio Prada, extrajo la música que tenían).
El 11 de diciembre de 2022, en el maravilloso Ateneo de Madrid, tuvo lugar un concierto de esta gira que en multitud de lugares ha sembrado pájaros negros, risas besadas, inmensas hogueras en donde arden rojos corazones, fragmentos de luna en ventanas entreabiertas y negras sombras que asombran. Un concierto que cerró el círculo que se abrió con la presentación del disco en los Teatros del Canal, año y medio antes.