Gordias, rey de Frigia por azares del destino, ató su lanza y su yugo con un nudo que no dejaba ver los extremos de la cuerda. Y como los griegos nunca rechazan la oportunidad de crear una leyenda, se pasó a decir que quien pudiera deshacer ese nudo conquistaría el Oriente.
Alejandro Magno, que se dirigía a conquistar el Imperio Persa, quiso (o le quisieron) enfrentarse al reto del nudo. Con su espada lo deshizo, y con un “Es lo mismo atarlo que desatarlo”. Es decir, “Tanto monta”, lema de Fernando el Católico (en cuyo escudo aparece esa cuerda cortada).
Se ha completado en muchas ocasiones la frase, dejándola en un “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”, pero no deja de ser un añadido popular, que nada tiene que ver ni con el nudo, con Gordias, con Alejandro o con Fernando.