Cuando alguien es tonto de solemnidad, se suele utilizar la expresión “tontolaba” para dirigirse a él. El origen de esta palabra tenemos que buscarlo en los roscones de Reyes. En estos roscones se esconde un regalo y una haba. Aquel a quien le toque el regalo, es afortunado y será rey por un día, pero aquel a quien toque el haba… pues le tocará pagar el roscón o fregar los platos.
Sí, efectivamente: es el tonto del haba.