La escuela es -debería ser- la mejor herramienta contra las diferencias sociales. Y el hecho de que el verano sea la época en la que los niños con más y mejores recursos (dinero, pero no solamente dinero: también tiempo con los padres, acceso a libros y cultura en general) aumentan las diferencias frente a los niños con peor suerte.
Y ahora, en este momento de crisis sin precedentes, con esta pandemia del CoVid-19 que hace que tengamos que estar en nuestras casas, corremos ese peligro de que un sector de nuestros pequeños (los más castigados por esta sociedad) quede descolgado.
Bien es cierto que una buena cantidad de los niños a los que va a costar seguir el ritmo online de las clases, no tienen mayores problemas para tener su cuenta de Fortnite, Instagram o Facebook. Es ese otro problema, un problema que no abordo en este post.
¿Cómo podemos ganar que niños con muy pocos recursos, sin Internet, tal vez sin móvil, no queden descolgados? ¿Qué medios tiene la escuela (pienso en la pública, pero también la privada) para evitar ese riesgo? ¿Hacer llegar con cierta periodicidad el material a las casas, por ejemplo? ¿Dar por concluido el curso y que todos lo repitan? ¿Dar por concluido el curso y que todos lo pasen? ¿Dar por concluido el curso y que algunos -aquí volvemos a discriminar- lo repitan?