Cuando alguien consigue evitar un peligro por un pequeño detalle o a última hora, se dice que se ha “salvado por los pelos”. El origen de esta expresión hay que buscarlo en los ambientes marineros. Cuando alguien se caía al mar era, en muchas ocasiones, salvado -literalmente- por los pelos. De hecho, entre los marineros era habitual tener largas melenas. Imagino que en parte por vagancia, pero también para tener más probabilidades de ser salvado en el caso de caer al mar.
Hay que añadir -esto lo sabemos bien la gente de mar- que los marineros en muchas ocasiones no sabían nadar (más antes que ahora).
Gracias, Clara :*
que bueno! esto me recuerda también en ambiente marinero…por un peliño de tansa!