Sigo en mi cruzada particular en contra de los castigos. Varias veces he hablado en este blog sobre ese tema, pero continuaré con ello mientras sea necesario. Hoy quiero afrontar mi razonamiento intentando desmontar los argumentos más habituales que se usan en contra de los castigos.
“Debe existir una sanción cuando no se cumplen las normas”
El objetivo debe ser siempre que la mala conducta no se vuelva a repetir. Tenemos dos opciones: una, sancionar/castigar cuando se produce la mala conducta. Esto presenta -a mi entender, siempre a mi entender- un peligro gravísimo: que el niño pase a comportarse bien simplemente para evitar el castigo. La otra opción es el diálogo. Siempre, siempre, siempre hay posibilidades de argumentar y explicar por qué esa conducta no se puede mantener: ¿que estamos hablando en clase? No se puede; porque así no aprendemos, molestamos a los compañeros, no valoramos el trabajo que el profesor está haciendo. ¿Que dejamos todo sin recoger? No se puede; porque luego no encontraremos las cosas, porque podemos tropezar, porque no nos queda tanto espacio libre…
“No estamos hablando de un castigo, sino de una consecuencia”
Este es un lugar común: en demasiadas ocasiones confundimos castigo con consecuencia. La consecuencia surge del comportamiento; el castigo es algo adicional y que podría existir incluso sin el comportamiento. Si no hacemos las tareas que nos tocan (no hablo necesariamente de tareas escolares), no nos dará tiempo a ir después ir al cine. Eso es una consecuencia. Pero si no hacemos las tareas que nos tocan (hoy, lunes) y entonces el fin de semana que viene no vamos al cine… es un castigo. No hay relación lógica alguna entre unas tareas hechas (o no hechas) y una tarde de cine.
Finalmente, quiero hacer un apunte especial sobre dos tipos de castigos que suelen rechazar incluso quienes aceptan los castigos: castigos colectivos y castigos sin recreo.
Los castigos colectivos son injustos (se castiga a un niño por lo que ha hecho otro) y pueden ser un caldo de cultivo para el bullying: si un niño hace algo por lo que castigan a toda la clase tiene muchas papeletas para no ser muy querido por los demás. En alguna ocasión he leído que además son ilegales, pero no lo puedo asegurar. Si alguien tiene esa información, se lo agradecería muchísimo.
Castigar sin recreo no debería ni merecer medio comentario. Pero es necesario, ya que todavía se hace. Si el niño no ha trabajado lo suficiente/terminado lo que tenía que hacer durante la clase, se le castiga sin recreo. Es decir, que si el niño no estaba centrado, no estamos dándole la posibilidad de relajarse para poder volver mejor, sino que le restringimos ese derecho (y esa necesidad). Al igual que con los castigos colectivos, también he leído que son ilegales, pero tampoco puedo garantizarlo. Del mismo modo, cuento con vuestra ayuda para aclarar este punto.