Inicialmente las cámaras fotográficas requerían que los modelos a ser fotografiados se estuvieran quietecitos (so pena de que la foto no sirviera para nada). Así que ahí comenzó la costumbre de posar para las fotos.
Con la tecnología actual, ya no es necesario posar; de hecho, somos conscientes de que salimos mejor en aquellas fotos en las que no posamos. Pero claro, las costumbres son las costumbres.
Leí esta posible explicación en Microsiervos.