Hace unos meses tuve la ocasión de conducir por el Reino Unido. Como sabréis, allí tienen el volante a la derecha del coche (y, como consecuencia, los coches circulan por el carril izquierdo de la calzada). Yo vivo en España, donde se conduce por la derecha de la calzada.
He de decir que a mí esto me parecía una tarea fuera de mi alcance, pero (quizá por el Efecto Pigmalión que ejercieron sobre mí mi hijo, mi esposa y mi hermana) me atreví a afrontarla.
Una vez que estás en el coche, lo primero que sorprende y desconcierta es que el cambio de marchas está a la izquierda (no podía ser de otra manera). Afortunadamente, el volante funciona igual ;-).
Una vez se arranca, existe la tendencia inconsciente a llevar el coche demasiado a la izquierda (uno de los accidentes más habituales entre los conductores del continente es chocar contra coches aparcados o ciclistas). Es lógico, dado que lo habitual es estar en el lado izquierdo del coche y no necesitar tanto espacio por ese lado. Un buen consejo, que a mí me fue de gran utilidad, es intentar pegarse a la línea del centro de la calzada.
Otra situación potencialmente conflictiva son las rotondas. Obviamente, se toman al revés (en sentido de las agujas del reloj).
Como buenos británicos, ellos argumentan que somos nosotros los que conducimos al revés, remontándose al origen de esta forma de circular, para el que hay dos teorías: de los torneos entre caballeros (se llevaba la lanza en el lado derecho), y de los coches de caballos (para que el látigo, llevado generalmente en la mano derecha, no golpeara a los peatones).
No es el Reino Unido el único país donde se conduce por la izquierda. Japón o Australia (entre otros muchos) también comparten esa forma de conducir.
En ocasiones un país decide cambiar de un modo a otro (ha habido cambios en ambos sentidos). El proceso suele comenzar por vender coches con el volante en el nuevo sitio. A continuación, se decide la fecha y hora en la que se va a realizar el cambio. Llegada esa fecha y hora, se realiza el cambio. Por cierto, no suele haber accidentes ese día, porque todo el mundo conduce con cuidado (no sería malo tomar nota).