Hace unos días llegó a mí un breve vídeo en el que una viajera nos explicaba su maravilloso truco para llevar un plumas (o similar) en el avión. ¿Inconvenientes? Todos: ocupa mucho espacio y se puede manchar con facilidad.
Esta buena mujer lleva siempre consigo una funda de almohada. Cuando llega al avión, mete dentro de la funda el plumas.