Hace unos meses acudí al centro de salud con un familiar cercano. Al final, acabamos pasando un día de médicos y hospitales (todo fue bien, no os preocupéis). No es este post para contaros de estados de salud, sino para reflexionar sobre el maravilloso servicio que tenemos en España: un total de quince personas nos atendieron personalmente a lo largo de la jornada (sin contar las otras muchas que, indirectamente, trabajaron para que el servicio fuera óptimo).
Y más allá de la calidad profesional, quiero resaltar el buen trato, el cariño, el nivel de atención. Pese a llevar horas trabajando, pese a tener una alta carga de trabajo, en todo momento nos sentimos cuidados y seguros.
Ya que esa jornada de médicos involucró tanto a la sanidad pública como a la privada, me parece un buen momento para destacar no solamente que hay espacio para ambas, sino que se pueden complementar y ayudar para beneficio de todos.
Gracias, Sergas. Gracias, Ribera Povisa.