No han cantado los vencejos
ni voló la golondrina,
rojo de muerte está el cielo
llorando por las esquinas.
La angelical voz de Sheila Blanco, la atrapante música de Julián Olivares, la inmortalidad de Lorca, la eterna e invencible lucha por la libertad, tan necesaria hoy como en 1936.
Bajo un puñado de tierra,
tirado en una cuneta,
yace sin tumba ni honores
asesinado el poeta.
Ayer, 18 de agosto, se cumplían años del asesinato de Federico García Lorca. Sheila Blanco y Julián Olivares nos regalan esta preciosa elegía. Gracias por ella. Gracias por darnos la ocasión de hablar sobre ello, de contarles a nuestros hijos aquella tragedia. Gracias, sobre todo, por poner un grano de arena para evitar que algo así pueda repetirse.
La ilustración se la debemos al talento y habilidad de Vanesa Álvarez. Os invito a todos a disfrutar y reflexionar sobre esta creación.