Ayer tuvimos al rey Emérito, Juan Carlos I, en Moaña. Con muy buen gusto, se acercó a la Taberna A de Lino y pudo saborear -no podía ser de otro modo- el chuletón de Moaña.
Pero, ¿qué historia une al rey, a Moaña, y al chuletón?
En Agosto de 1877, el rey Alfonso XII visitó Moaña. En concreto, estuvo en la capilla del Real, en donde reposaban los restos del insigne marino D. Casto Méndez Núñez (ya saben, más vale honra sin barcos que barcos sin honra). Para comer, sirvieron un riquísimo chuletón al monarca. No dudó en ensalzarlo y hacer saber, a quien quisiera escucharle, del sabor único de este manjar. Poco tardaron los restaurantes de Madrid en incorporar a su carta la chuleta de Moaña (todavía hoy en día, siglo y medio después, forma parte de la propuesta de muchos restaurantes).
Pues para comprobar y confirmar la fama que inició su bisabuelo, ayer Juan Carlos I degustó un chuletón en un sitio que no puedo dejar de recomendarles: A de Lino Alta Taberna. Si vienen a Moaña, no lo duden.