Tenemos que remontarnos a mediados del siglo XII, a épocas de pestes y de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. Acudieron los abulenses a la ermita de San Leonardo, para pedir ayuda al santo por la peste. Los musulmanes aprovecharon para atacar la ciudad; y cuando una partida de hombres fue tras ellos… los demás aprovecharon para cerrar murallas, reclamando parte del botín (botín que acababan de robar de Ávila, por otra parte).
El rey Sancho III de Castilla puso orden. Y el concejo de Ávila estableció que la romería de San Leonardo se repitiese anualmente. Para descanso de las autoridades se construyó este humilladero. Y, como apunte o curiosidad final, os diré que se dice que fue aquí hasta donde llegó Santa Teresa de Jesús y su hermano cuando, siendo niños, querían ir a tierras de infieles para morir martirizados.
Para Sandro :*