Creo que nunca me había planteado a dónde podía llegar la ropa usada que donamos, exceptuando una ocasión, hace ya décadas, en la que donamos específicamente ropa para el pueblo kurdo. Quiero suponer que esa sí llegó a su destino.
La ONG Greenpeace ha seguido la pista a varias piezas de ropa usada, que comenzaban su camino en España, ubicando dispositivos que nos permiten hacer seguimiento en tiempo real (y verlo desde su web).