Es imposible hablar de acueductos, y menos en Hispania, y que no se nos vayan los ojos, las comparaciones y los pensamientos al de Segovia, pero vamos a intentar centrarnos hoy en el de la Tarraco romana. Desde luego, también maravilloso:
Construido en el siglo I de nuestra era, en la época de Augusto, su misión era proveer de agua a Tarraco, capital de la provincia romana Hispania Citerior Tarraconensis. Se le conoce como acueducto de Ferreres o del Diablo, y mide 217 metros de longitud (con una altura máxima de 27 metros).