Nos vamos hoy a una ciudad mágica, ejemplo y modelo de convivencia entre tres culturas hace casi mil años. Y, en concreto, vamos a visitar la Sinagoga de Santa María la Blanca, un monumento que reúne a esas tres religiones: la musulmana, porque musulmanes fueron sus constructores y musulmán es su estilo; la judía, porque se edificó -con la autorización del rey Sabio- para ser la Sinagoga Mayor de Toledo y como tal funcionó durante dos siglos; la cristiana, porque cuando dejó de ser sinagoga pasó a ser iglesia.
Sinagoga con aires de mezquita y también iglesia, sí. Pero también beaterio para mujeres públicas arrepentidas, también cuartel, también depósito. Y ahora, lugar visitable en donde podemos admirar su arte, su belleza y su capacidad de crear una atmósfera de recogimiento y meditación.
Cuando visitéis Toledo, por favor, haced que esta maravilla forme parte de vuestra ruta.