Por supuesto que los padres tenemos autoridad y por supuesto que los hijos tienen límites, pero de lo que no te habla nadie es de los límites de la autoridad. Que la autoridad también tiene límites: que no puedes pegar a tu hijo, que no puedes ridiculizarlo, que no puedes humillarlo, que no puedes gritarle por tonterías. No tienes derecho a hacer esas cosas; tienes autoridad, pero tu autoridad tiene límites.
Carlos González, pediatra
Creo que estas frases de mi admiradísimo Carlos González deberíamos tenerlas muy en cuenta y muy presentes. Se refiere a relaciones entre padres e hijos, pero creo que en general es extensible a relaciones entre adultos y niños (sobre los que los adultos tenemos autoridad), como también, por ejemplo, las relaciones entre profesores y alumnos. Pero estoy convencido de que si los padres lo hiciéramos bien, ya se solucionarían gran parte de los problemas en otros ámbitos.
Cuidemos este maravilloso regalo que son los hijos, por favor.