Este pequeño municipio (poco más de cien habitantes) de la comarca del Campo Charro, en Salamanca, tiene un nombre que he conocido esta mañana en Twitter. Y que bien merece una explicación.
De camino a la localidad de Tenebrón, situada al otro lado del bosque tenebroso que le da nombre, bosque infestado de lobos, había que pasar por esta otra de la que hoy os hablo.
Como quiera que el mensaje que se transmitía al caminante era el de Dios le guarde, así se bautizó esta localidad.
Que Dios os guarde, amigos.