Por la calle del Después se llega a la plaza del Nunca.
Se lo he oído al maravilloso Ángel Martín. Es muy fácil dejar para más tarde las tareas. Pero es mejor no hacerlo.
Por la calle del Después se llega a la plaza del Nunca.
Se lo he oído al maravilloso Ángel Martín. Es muy fácil dejar para más tarde las tareas. Pero es mejor no hacerlo.