En nuestros remotos tiempos, quienes hoy -si tenemos suerte- peinamos canas, usábamos catear como sinónimo de suspender (un examen) y cate como sinónimo de suspenso.
¿Cuál es la etimología de esta curiosa palabra? Según la Real Academia de la Lengua, proviene del caló caté ‘bastón’, y este del sánscr. kāšṭha ‘madera’.
Un buen palo, por tanto -asumo que por ahí va la relación- reciben quienes suspenden. Esperemos que palo en el sentido figurado, y no agresión física (ni de otro tipo).