El buen músico disfruta en la actuación y sufre en el ensayo; el malo, disfruta en el ensayo y sufre en el ensayo.
Y esto, creo, es aplicable a casi todo.
El buen músico disfruta en la actuación y sufre en el ensayo; el malo, disfruta en el ensayo y sufre en el ensayo.
Y esto, creo, es aplicable a casi todo.