Hombres y mujeres… generalizando mucho, advierto. Os cuento esta anécdota que siempre me ha parecido muy divertida:
El marido era un fanático de los vídeojuegos, así que dedicaba casi todo su tiempo libre, y gran parte de su dinero, a ese tema. Se montó un supersistema para jugar a pilotar coches. Pero claro, la mujer no aprobaba del todo esto (sobre todo lo del tiempo libre). Así que su indignación fue aumentando con el tiempo hasta que explotó y se fue de casa, harta de que el marido le hiciese más caso a los videojuegos que a ella.
A los dos días volvió, arrepentida, dispuesta a pedir disculpas por lo que a ella le tocaba y a intentar que la situación mejorara. Pero al llegar a casa se dio cuenta de que su marido… ni siquiera se había dado cuenta de que ella se había ido!
¿Qué os parece?