Es etimología discutida, pero una de las alternativa es muy bonita: tiene relación con que, en ese entorno de Bilbao que vivía de la extracción del hierro, se indicaba con la expresión “all iron” el hecho de que el índice de pureza fuera muy alto. Ese día, la paga era doble.
De ese “all iron” se pasó al “alirón” para celebrar los triunfos de ese querido club, el Athletic de Bilbao, también fundado por ingleses.