Es un poco injusto para cualquier monumento compartir localidad con un acueducto de más de dos mil años, con una catedral apodada La Dama de las Catedrales y con un alcázar de cuento de hadas.
Cuando se llega a Segovia en autobús y se inicia el camino hacia ese acueducto que le ha dado fama universal se puede ver esta iglesia prerrománica y románica (sí, cuando se hizo, el acueducto solamente tenía unos mil años, un adolescente si medimos el tiempo en unidades acueductiles).
Desconozco si es la iglesia más antigua de Segovia, pero bien podría serlo. Tiene una torre prerrománica; el resto del edificio se construyó por orden de Alfonso I el Batallador a partir de 1111. Rey de Aragón, hizo que esta iglesia reprodujera la planta de la catedral de Jaca (a menor escala).
Es destacable también el cristo románico que alberga en su interior, rodeado por diez arcadas cegadas.
Cuando lleguéis a Segovia, y antes de ser desbordados por la belleza de acueductos, catedrales y alcázares, deteneos ante esta maravilla que aquel emperador de todas las Españas decidió dejarnos, compitiendo en belleza con aquellos.