Cuando comencé a trabajar en Madrid, en aquella bonita época de las puntocom, una de mis primeras tareas estaba relacionada con una pequeña aplicación sobre el tiempo atmosférico.
Entre los parámetros que allí se mostraban y medían, estaba uno que era hasta entonces desconocido para mí: el punto de rocío.
Mi jefe me explicó que era un valor que en Estados Unidos se usaba de forma habitual; no en España, desde luego.
El punto de rocío nos indica cuál es la temperatura máxima en la cual el vapor de agua existente en el aire se transforma en rocío (o en escarcha). Consigue agrupar, por tanto, dos valores: la humedad del aire y la temperatura.
Siendo una temperatura se mide en grados. Así, podemos decir que ahora mismo, mientras escribo este post, el punto de rocío en Pasarón de la Vera es de 8º, mientras que en Moaña es de 13º