No es la primera vez que leo sobre ello, pero no deja de asombrarme. Es posible que una abuela (que cualquier mujer) pueda volver a tener leche. El pecho, como sabemos, es una especie de fábrica de leche que da tanto más cuanto más se pide (por eso una mamá de trillizos puede amamantar igual de bien, en lo que se refiere a cantidad de leche).
Hoy he leído un post de la siempre recomendable Ibone Olza en la que nos recuerda que esto no solamente es posible, sino que no es extraño. Incluso aunque la abuela haya pasado la menopausia, ya que no tiene relación.
En uno de los comentarios he leído algo que me ha maravillado aún más. Es un comentario de Mónica Álvarez (por favor, también debéis seguirla), y en él nos cuenta que a una familiar suya le subió (volvió a tener) la leche cuando nació su nieto. No amamantó, pero sintió esa subida. Y reflexiona Mónica sobre cuántas abuelas habrán pasado por eso y no lo sabremos.
Cuidemos la lactancia, los beneficios son múltiples, tanto a nivel físico como mental y afectivo.
Gracias, Ibone. Gracias, Mónica. Y no solo por lo comentado hoy.