Este monasterio (cuyo nombre se pronuncia [ba-‘ta-lla] y no [ba-‘tal-a]) se asienta en una localidad del mismo nombre. Ambos, población y monasterio, fueron fundados para conmemorar y celebrar la victoria de Portugal contra Castilla en la famosa batalla de Aljubarrota.
El verdadero nombre del monasterio es el de Santa María da Vitória, y su construcción se realizó a lo largo de dos siglos, lo cual provocó el uso de varios estilos. así que en la visita podemos disfrutar de gótico radiante, gótico flamígero y gótico manuelino. Casi nada.
Es este monasterio también mausoleo de reyes, en concreto, de la dinastía portuguesa de Avís. Las tumbas de estos monarcas se distribuyen entre la Capilla del Fundador y las Capillas Inacabadas.
Si viajáis por la zona os animo a visitar este monasterio -gustará a niños y mayores-, que tras sobrevivir a terremotos, napoleones y abandonos, se alza en esta localidad portuguesa que surgió para celebrar una victoria en una batalla de hace ya más de quinientos años.