Frente a la eterna duda de los pimientos de Padrón -xa sabemos que uns pican e outros non- o la absoluta certeza que nos ofrece una guindilla se ha hecho necesario crear una escala que de algún modo pudiera, de forma objetiva, establecer cuán picante es un determinado alimento.
El método comenzó siendo un método organoléptico de detección de capsaicina y tiene ya más de un siglo (fue puesto a punto por Scoville en 1912): se diluye el alimento que se quiere evaluar hasta que su picor es indectectable. El número de veces que se necesita diluir indica su valor en esta escala.
Hoy en día se utiliza otro método, no dependiente de si un comité de expertos lo detecta o no, pero se sigue manteniendo el nombre en honor a su creador.
Aquí tenéis la tabla Scoville, tomada de la Wikipedia: