Un bello poema, atribuido al francés Arthur Rimbaud, nos cuenta la historia de un trozo de madera, apilado con sus compañeros para arder durante el frío invierno.
El trozo de madera descubre que está llamado a ser violín, y comienza a dudar de si debe intentarlo o no. Le asaltan los miedos y las vergüenzas de ser violín y sonar mal -seguramente surgirán rápidamente los de la banda del telodije-, pero, al menos, lo habrá intentado.
¿Y si un trozo de madera descubre que es un violín?
Arthur Rimbaud